top of page

 DANA

Entrevista a una persona immigrant

 

Me llamo Dana y soy de Rumanía.


-¿Por qué te fuiste de tu país? ¿Con quién viniste?
Yo cuando vine aquí a España vine con Flavia, mi hija mayor, que tenía un año y medio y vine porque mi marido llevaba un año en España. En Rumanía había una dictadura y no teníamos tantas libertades como en España. Necesitábamos salir de Rumanía, ya que había una crisis económica y en general la juventud no estaba a gusto con la dictadura que había en aquél momento. Bueno, nosotras vinimos en el 2001, la dictadura terminó en 1989, pero entre la crisis económica, la política y lo que vino después tampoco hizo que el país mejorara. En aquel momento España era prácticamente el único país que acogía inmigrantes porque en otros países ya cerraron las fronteras, te podías quedar solamente si te casabas con un alemán, etc.
Cuando llegué a España estaba embarazada de Francesca, mi segunda hija; así que al principio no trabajaba porque no tenía a nadie que pudiera cuidar de las niñas.


- Cuéntame un poco cómo fue el tema para conseguir los papeles, la nacionalidad, etc.
Mi marido consiguió los papeles al cabo de un año, los trámites y los asuntos de residencia tardaron un año, y por eso nosotras no podíamos venir antes. Pero cuando mi marido ya tuvo los papeles, hicimos la reagrupación familiar, de tal manera que toda la familia conseguimos los papeles directamente. Y Francesca, al haber nacido aquí, al cabo de un año ya podíamos pedir su nacionalidad y, efectivamente, es lo que hicimos. En cambio nosotros, como ciudadanos rumanos, hay un acuerdo entre España y Rumanía, que la nacionalidad se pide después de diez años de tener la residencia, de vivir legalmente en España. Entonces tienes que demostrar que has estado diez años legalmente en España y puedes pedir la nacionalidad. Esto quiere decir que te puede tardar después de hacer todos los trámites, tres, cuatro o cinco años. Flavia, por ejemplo, la pidió en 2016, porque ella nació en Rumanía, y hace una semana recibí, después de tres años, una notificación del Ministerio de Justicia de que el Pasaporte no estaba bien, faltaban unas hojas; después de tres años han visto esto, en fin, los trámites van a un ritmo muy lento.


-¿Cuando llegasteis aquí tu marido ya tenía residencia, no?
El primer año que estuvo solo vivió en casa de una amiga nuestra, pero claro, cuando yo vine con las niñas no cabíamos allí todos. Entonces cogimos un piso de alquiler en Mollet del Vallés. Después en 2004 compramos un piso que ahora mismo lo tenemos alquilado y finalmente en 2007 compramos nuestro piso actual.


-¿Tuvisteis algún problema con el alquiler? ¿O a la hora de comprar las viviendas?
No, no hemos tenido ningún problema. Porque mi marido ahorró bastante, trabajaba muchísimo, en aquel momento en 2001, había unos sueldos muy altos. Él trabajaba en viajes internacionales con la furgoneta, de paquetería, y ganaba bien. Entonces no hubo ningún problema, porque si tu pagas la entrada y cada mes, no hay ningún problema. Ni tampoco por el hecho de ser extranjeros. Aunque sí que es cierto, que al principio, el hecho de ser extranjeros, como no tienes a nadie que te guíe ni te informe, pues a la hora de ir al banco, al ayuntamiento para hacer el empadronamiento, o cualquier trámite; notas que te tratan muy bien, te tratan de tontos o se piensan que no sabemos del tema, entonces siempre acababas discutiendo. Por ejemplo, te cobraban un seguro que no habías pedido, cosas así. Jugaban mucho con que conocíamos bien el idioma. Pero ahora ya sabemos mejor como va todo y no hay problema, aunque al principio sí que se aprovechan bastante.
Compramos el primer piso en 2004 y estuvimos allí unos tres o cuatro años. Mi marido cobró una herencia porque su padre falleció y con ese dinero acabamos de pagar la hipoteca. Y entonces cometimos el mayor error de nuestra vida, pensamos que como tenemos dos hijas, dejarles un piso a cada una y decidimos comprar nuestra actual vivienda. Pero esto ocurrió en octubre de 2007, cuando los precios estaban por las nubes, con la burbuja inmobiliaria. Los sueldos eran perfectos, yo también trabajaba y pensamos que alquilando el otro piso, íbamos pagando la hipoteca de este. Empezamos pagando 2000 euros al mes de hipoteca, una barbaridad. Esta situación no ha amargado bastante. Luego bajaron los sueldos. Cuando compramos este piso, no trabajábamos ni yo ni mi marido, estábamos los dos en paro. Entonces la única manera de comprarlo era con un aval, es decir, alguien que nos pueda abalar en caso de que no podamos pagar la hipoteca, o dejar como garantía otro piso. Lo que hicimos fue dejar en garantía el otro piso que teníamos, de tal manera que si algún día no podemos pagar la hipoteca, el banco se queda con los dos pisos. Pero el banco se aprovechó de nosotros, porque no fue exactamente así. Nos dimos cuenta al cabo de un año más o menos. El banco en los papeles en lugar de poner el otro piso como garantía, nos hizo dos hipotecas. Una hipoteca pequeña por el piso pagado, y otra hipoteca por el piso actual, es decir, como si siguiéramos pagando el otro piso. El 70% de nuestros ingresos mensuales se iban en la hipoteca, aunque a las niñas nunca les ha faltado de nada, solo yo y mi marido sabemos como lo hemos hecho para salir adelante. Hace dos años cando vemos que no podemos seguir con la hipoteca, hablamos con el banco a ver qué podíamos hacer, si dejar el piso, venderlo, etc. El banco no nos ayudaba, y al final conseguí hablar con un abogado del ayuntamiento que sabe de hipotecas y desahucios y conseguimos por un tiempo de 5 años pagar solo el interés. Esto nos da un poco de alivio, ya que ahora empezaran Flavia y Francesca la Universidad y así tenemos el dinero para sus estudios. Entonces después de estos 5 años que estamos pagando solo el interés, nos ha ampliado la hipoteca 10 años más, pero nos da bastante alivio estos 5 años.


- Explicame qué es pagar el interés.
Yo antes pagaba casi 2000 euros al mes de hipoteca y ahora solo pago unos 300 euros. Es un tipo de interés que lo pone el banco y te da la opción de pagar durante 5 años solamente esa cantidad, aunque te amplia la hipoteca 10 años más. Si nosotros teníamos que acabar la hipoteca en 2037, ahora la tenemos hasta 2047. Lo llaman la Ley de buenas prácticas.
No es justo ni normal, porque nos engañaron. Mi marido está en Suiza trabajando por esta razón; con los sueldos de España no llegábamos.
Si hubieras venido a hacerme esta entrevista hace un año, no hubiera sido capaz. Nos desgastó mucho este tema.


-¿Intentasteis vender vuestro actual piso verdad?
Sí, lo intentamos con la inmobiliaria, pero la gente que venía tampoco estaba muy interesada. Al final negociamos con el banco y encontramos la solución de pagar solo el interés.


-¿Crees que el banco os hubiera engañado también si no hubierais sido inmigrantes?
No lo sé, no te puedo decir. Que nos engañó es un hecho, nos lo dijo el abogado, pero fue un engaño legal digamos. Es un engaño, pero no lo puedes reclamar porque está dentro de la legalidad. Y prefiero no pensar si hubiera pasado o no por el hecho de ser inmigrantes. Puede ser porque sabían que no conocíamos las leyes, pero no lo sé y prefiero no pensarlo.


-¿Has tenido problemas para conseguir trabajo?
En mi caso no, pero en el caso de mi marido sí que hubo un poco de explotación por parte de los empresarios. El primer año no trabajó con contrato laboral, sino en negro. Todos los impuestos que tenía que pagar el empresario a hacienda o seguridad social se lo ahorraba. Mi marido siempre ha trabajado en el transporte, camiones, furgonetas, autobuses, etc. Él hacía rutas internacionales y hubo una empresa que le pagaba 500 o 600 euros porque la empresa no iba bien, o hacía horas extras que no le pagaban, meses que quizás le pagaban menos etc. Pero en mi caso puedo decir que he tenido suerte. Cuando empecé a trabajar, Francesca tenía tres años y la empresa donde trabajaba mi marido necesitaba alguien para trabajar en la oficina, y entonces me contrataron. Fue bastante enchufe. Luego esta empresa cerró y estuve dos meses en paro buscando trabajo. Y me contrataron en otra empresa donde estuve medio año, pero entonces llegó la crisis y nos echaron a unas diez personas, entonces volví a estar en paro, pero muy poco tiempo. Me llamaron de la empresa donde trabajo actualmente de administrativa. Yo tengo una discapacidad auditiva, entonces me apunté a la EMFO, en el departamento de personas con discapacidad y no tardaron mucho en llamarme, me hicieron la entrevista y ya llevo 11 años en esta empresa. Y ningún problema.


-¿Has tenido problemas con la homologación de los estudios?
No, a mí me los han homologado como si tuviera el bachillerato español. Ahora precisamente estoy estudiando el Grado Superior de Administración y Finanzas (Formación Profesional). Es cierto que tarda un tiempo con todos los trámites y el papeleo, pero si lo demuestras con los diplomas no hay ningún problema. A mí en 6 meses me lo homologaron.


-¿Alguna vez has sentido discriminación por ser de otro país?
Puede ser que sí, pero no quiero recordar. Quizás ya ni me acuerdo. Así que no, no he sentido discriminación. Quizás más que discriminación, haya sido envidia; por parte de madres del colegio, porque las niñas iban bien vestidas... Pero tampoco, no hemos pedido beca nunca, hemos pagado todo al día, pero la gente es la gente y ven que te va bien y se piensan que te dan ayudas gratis por ser extranjero y estas cosas que se inventa la gente.


- El primer piso que comprasteis está en un barrio con un alto porcentaje de inmigración. ¿Has sentido alguna vez la sensación de vivir en un ghetto o apartada?
De hecho yo me fui por este motivo de allí. Veía que el barrio estaba cambiando mucho, que no era como cuando llegamos nosotros allí y que había un poco de peligrosidad. No me gustaba la idea de que las niñas crecieran allí. Pero ahora me arrepiento, por todo lo que hemos pasado al comprar el actual piso. Al fin y al cabo si no te metes con nadie, no hay ningún problema. En cuanto a que haya barrios donde hay mucha inmigración, yo creo que es debido a los precios quizás, que los alquileres son más baratos por ejemplo. Y también el hecho de que cuando un inmigrante llega nuevo a un sitio, llama a familiares y les aconseja el barrio y al final acaban llegando familiares y amigos de los que vinieron primero. Aunque no sé exactamente cómo se forman zonas con un gran porcentaje de inmigrantes. Cuando yo llegué al barrio no había inmigrantes, ese barrio había sido siempre de inmigrantes españoles, de Andalucía por ejemplo, y fue después con los años cuando vino toda la inmigración.


-¿Crees que te has integrado bien aquí?
Sí, no he tenido ningún problema. A veces creo que me he integrado demasiado, por ejemplo, una vez quedé con unos amigos en Barcelona y no sabían llegar a la estación de Sants, y son ellos los españoles. (Se ríe). A veces pienso que hecho de menos mi tierra, y cuando vine aquí los primeros 6 meses me preparaba las maletas para irme, no es que no me integrase, pero echaba cosas en falta, entre que no sabía el idioma, estar sola todo el tiempo porque mi marido trabajaba siempre fuera, tenía una niña pequeña, estaba embarazada y sin conocer a nadie, fue una bomba.


-¿Aprendiste rápido el idioma?
No, en mi caso no porque el hecho de que no escucho bien no lo facilitó. Me costó bastante, además no trabajaba ni estaba en contacto con casi nadie. Por la noche daban un programa en la tele, "Crónicas Marcianas", y así aprendí escuchando el programa. Aunque una inmigrante lo primero que aprende siempre son las palabrotas. Luego hice un curso de catalán, y como más he aprendido es trabajando.


-Se me han acabado las preguntas, si quieres comentarme algo más.
No puedo arrepentirme de haber venido aquí, pero nunca se sabe, quizás cuando me jubile vuelvo a mi tierra, es una opción que no descarto. Yo por suerte tengo dos hermanos que están viviendo aquí y más o menos tengo familia, pero mi marido no tiene a nadie. O quizás me voy a Suiza dentro de unos años, quién sabe.

bottom of page